LA RAZÓN-GCMA advierte que arancel al maíz no frenará costo de tortilla
-01-2023.
Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA) advirtió que la imposición de arancel de 50 por ciento a la exportación de maíz blanco sólo generará incertidumbre y especulación en el mercado y no tendrá ningun efecto positivo para reducir el precio de la tortilla.
Durante 2022 la producción de maíz en México fue de 27 millones de toneladas, en ese mismo año las exportaciones del grano fueron de sólo 241 mil toneladas que representan únicamente 0.9 por ciento de la producción total.
El gobierno mexicano anunció un impuesto temporal de 50 por ciento a la exportación de maíz blanco, so pretexto de la necesidad de que el grano se quede en México para garantizar abasto y estabilidad en el precio.
La decisión del gravamen, que estará vigente hasta el 30 de junio, se dio a conocer en un decreto firmado por el Presidente Andrés Manuel López Obrador y publicado en el Diario Oficial de la Federación (DOF) el lunes por la noche.
El GCMA detalló que el decreto también viola el T-MEC ya que el artículo 2.15 estipula que ningún socio adoptará o mantendrá cualquier arancel, impuesto u otro cargo a la exportación de cualquier mercancía al territorio de otra parte, a menos que tal arancel también sea aplicado sobre esa mercancía cuando esté destinada al consumo interno.
La principal entidad exportadora es Sinaloa, que el año pasado obtuvo una cosecha de 5.33 millones de toneladas, de las cuales se exportaron 208 mil toneladas y representa el 3.9 por ciento del total exportado. El volumen exportado restante fue de la cosecha 2021.
Por los excedentes estacionales que tiene esta entidad desde 2002 se exporta maíz blanco para apoyar la comercialización de la cosecha y con ello no se desplome el precio al productor. Además de la violación al T-MEC, el GCMA expuso que la media restrictiva a la exportación no tendrá impacto sobre los precios de tortilla.
Lo anterior, porque actualmente no es el maíz blanco de Sinaloa el que está rigiendo los precios de maíz para este alimento básico; sino el de la cosecha primavera-verano de la región del Bajío, explicó la consultoría.
la firma refirió que el precio del maíz blanco cribado y envasado para la industria molinera ha bajado de octubre a la fecha de 9 mil 350 a 8 mil 600 pesos por tonelada, pero el precio de la tortilla en este mismo lapso pasó de 20.50 pesos a 20.59 pesos el kilo.
De acuerdo al decreto publicado en el DOF, “la oferta y producción de maíz blanco en nuestro país son factores importantes en la determinación de su precio y, por tanto, también de los diversos productos de consumo elaborados a base del mismo”.
Agregó que “para garantizar un abasto suficiente es necesario mantener la producción nacional en nuestro país y asegurar condiciones de mercado que permitan estabilizar su precio”, añadió. México produce en su mayoría maíz blanco, que usa para consumo humano y con el que fabrica “tortillas”, básicas en la dieta local.
Se espera que la nación haya producido casi 23 millones de toneladas de maíz blanco en 2022, de acuerdo al más reciente escenario de la Secretaría de Agricultura (Sader) publicado en diciembre.
Por su parte, el Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco), expuso que la imposición de un arancel de exportación al maíz no contribuirá al objetivo de estabilizar el precio del producto establecido en el decreto, y representa un riesgo para la competitividad del país.
Además, agregó que la medida es incompatible con las obligaciones que México tiene con sus socios comerciales en materia de prohibiciones y restricciones a la exportación.
Por lo que la media genera una percepción de falta de compromiso con las obligaciones en sus 14 Tratados de Libre Comercio y con la Organización Mundial del Comercio.
“Esto envía una señal contraria sobre las posibilidades de México para profundizar sus lazos con otros países e integrarse a un mayor número de cadenas productivas globales, además de que afecta su capacidad para trabajar con sus socios de América del Norte y construir una región más competitiva”, expuso.
El Imco agregó que por otro lado, la señal enviada al mercado por la implementación de una medida que restringe la exportación de un producto agrícola genera preocupaciones sobre la posibilidad de restricciones adicionales en otros productos de exportación.
Al tiempo que crea incertidumbre sobre las reglas del juego en el sector agrícola. “Esa incertidumbre reduce la competitividad del sector, al volverlo menos atractivo para inversiones potenciales”.