Actualización de ingreso objetivo

El Programa de Ingreso Objetivo, instrumentado desde el 2003, pretende garantizar a los productores nacionales un nivel mínimo de precio establecido en pesos por tonelada, de manera que, si el precio de mercado está por debajo del Ingreso Objetivo, el gobierno les complementa la diferencia. En un inicio eran siete productos beneficiados por el programa: maíz, trigo panificable y cristalino, sorgo, algodón, soya y arroz; sin embargo, en el 2011 se incluyeron también cártamo, canola y girasol. Este mismo programa opera en Estados Unidos como parte de su Ley Agrícola.

Los productores beneficiarios son los que salen al canal comercial, que representan entre el 35% y el 40% de la producción nacional, desde hace algunos años el programa es exclusivo para aquellos que participan en Agricultura por Contrato, siempre y cuando el esquema esté disponible para su cultivo, como es el caso del maíz, sorgo, trigo y soya; para el resto de los productos participantes sólo hay que comprobar la comercialización.

A partir de los niveles establecidos en el 2003, el Ingreso de Objetivo ha tenido seis actualizaciones, la última anunciada este mes de abril, aún pendiente de publicación, que respondió a presiones de productores, principalmente de maíz en Sinaloa, que argumentaron mayor costo de insumos para la producción, por lo que el ajuste en el nivel de Ingreso Objetivo fue el de la inflación general nacional de 2018 de 4.8%. También se anunció un cambio en cuanto a la participación, de manera que sólo serán elegibles aquellos productores con una superficie máxima de 100 hectáreas de temporal o 50 hectáreas de riego.

Durante su vigencia, el producto que mayor incremento mostró en el nivel de Ingreso Objetivo es el trigo cristalino, seguido del panificable, poco congruente con los programas de reconversión que se instrumentaron en el pasado. Resaltan el arroz y la soya que a pesar de tener incrementos de más del 100% no repuntan en producción. Por su parte, el maíz y sorgo han tenido incrementos de 152% y 197% durante el periodo.

Durante este mismo tiempo, Estados Unidos ha actualizado los niveles en sólo dos ocasiones y desde 2014 retiró al algodón del programa.

Considerando la última actualización en México, la comparación de los niveles contra Estados Unidos resulta por arriba, salvo en el caso del arroz. Resalta el caso del maíz cuyo valor en México equivalente en dólares por tonelada es 50% mayor a su equiparable en el país del norte.

En la actualidad, se prevé que de las próximas cosechas nacionales Otoño-Invierno de maíz y sorgo, aporten entre mayo y julio al canal comercial al menos 9.8 millones de toneladas de Sinaloa, Sonora y Tamaulipas.

El mercado ha identificado la gran oferta disponible, que aunada a la caída de los futuros de maíz deprimen los precios, mientras que no se logran cierres bajo el esquema de Agricultura por Contrato, pues la Base publicada está fuera de mercado. Esta situación es preocupante para los productores que sólo podrán acceder al Ingreso Objetivo si participan en el esquema.

Es decir que, a pesar que el nivel de Ingreso Objetivo sea atractivo al productor, no garantiza la comercialización de las cosechas nacionales, además la existencia de dos ingresos garantizados, Precio de Garantía para pequeños y medianos productores e Ingreso Objetivo para productores comerciales, causa confusión y distorsiones en el mercado; al mismo tiempo, la búsqueda ingeniosa para obtener mayor ingreso, de hecho como se había previsto, la limitación de superficie por productor para participar en Ingreso Objetivo a 100 has de temporal y 50 riego, ha provocado la división de tierras con el fin de maximizar el apoyo.

El descontrol y falta de claridad en el mercado provoca mayores importaciones y dependencia del extranjero, es urgente dar certidumbre a la comercialización de las cosechas para lo que en GCMA consideramos es necesario establecer:

  • Reglas claras para productores y compradores
  • Definición de la instancia operadora del programa
  • Bases de Agricultura por Contrato competitivas calculadas de acuerdo con las condiciones prevalentes del mercado a fin de hacer competitiva la producción nacional
  • Ofrecer alternativas de administración de riesgos
  • Acceso a financiamiento y seguro agrícola