Revista Espejo: ¿Quién es quién en la producción de alimentos en México?
Dr. Jorge Rafael Figueroa Elenes | 01 de octubre del 2024
La semana pasada nos enteramos, a través del Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE), que la economía mexicana sorprendió en julio pasado con un crecimiento de 2.0 (tasa anual), influenciada principalmente por un incremento de 12.5 por ciento anual en las actividades primarias, mostrando estas su mayor avance desde 2016. Aunque seguramente este progreso ligado a las actividades agropecuarias no será suficiente para alcanzar las metas que se habían previsto para el año en materia de crecimiento, porque los indicadores relacionados con el progreso de las actividades secundarias y terciarias no parece que vayan a tener un comportamiento favorable en los meses que restan del 2024, no dejó de llamarme la atención la forma en la que la producción de alimentos es capaz, en ocasiones, de soportar tanto el crecimiento nacional como el de algunas regiones del país, como el de Sinaloa en los últimos meses.
Por eso me pareció pertinente dedicar esta colaboración para identificar el papel que juega México en la producción de alimentos a nivel mundial y cuáles son las entidades federativas que tienen mayor participación en las actividades primarias en el ámbito nacional. Destacaré también cuales son las regiones que más alimentos exportan y las que tienen una industria alimentaria con mayor peso en el plano nacional. Además, haré mención en qué entidades las actividades dedicadas a la producción de alimentos están recibiendo mayor IED, como resultado de un mayor interés en ellas a partir del fenómeno de nearshoring.
Empezaré por recuperar algunos datos que recientemente publicó el Periódico la Jornada en un artículo en el que analiza información relevante tomada del reporte anual Perspectivas Agroalimentarias 2024, elaborado por el Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA). En el documento en mención se señala que, en 2024, México avanzará un peldaño y se convertirá en el noveno mayor productor de agroalimentos del mundo, al tiempo que subirá dos escalones para ocupar la séptima posición entre los mayores exportadores de comida.
En primer lugar, se mantendrá China, con mil 449 millones de toneladas; seguida por India, 829.9 millones; Estados Unidos, 817 millones; Unión Europea, 664 millones; Brasil, 463.3 millones; Rusia, 248.6 millones; Argentina, 168.1 millones, y Ucrania, con 125.3 millones de toneladas de esos productos. En ese rubro se incluyen granos, oleaginosas, agroindustriales (cerveza, tequila, chocolate, etcétera), frutas, hortalizas, forrajes y proteína animal.
Señala la Jornada que el reporte del organismo destaca que pese a escalar una posición entre los mayores productores de agroalimentos, el campo mexicano aún enfrenta retos importantes, como abatir el hecho de que 49 por ciento de las comunidades rurales enfrentan pobreza extrema y de que 29 por ciento de los productores tienen más de 65 años. Otro dato importante es aumentar el indicador de autosuficiencia alimentaria en granos, que actualmente se encuentra en 47 por ciento, lo que significa que más de la mitad de los que se consumen en México vienen del extranjero.
En México las actividades primarias (Agricultura, cría y explotación de animales, aprovechamiento forestal, pesca y caza), dedicadas a la producción de alimentos, representan en la estructura productiva nacional el 3.5 por ciento del PIB. Existen entidades en las que el peso de las actividades primarias es mucho más relevante en la estructura productiva estatal. Por ejemplo, en Michoacán la producción de alimentos primarios representa el 13.7 por ciento del PIBE, en Sinaloa el 10.5 y en Durango el 8.9 por ciento.
Con cifras del 2022, las regiones que más aportan a la producción primaria nacional de alimentos son Jalisco (12.8%), Michoacán (10.6%), Veracruz (7.6%), Chihuahua (6.9%) y Sinaloa (6.4%). Con datos del segundo trimestre de 2024, las mayores poblaciones ocupadas en actividades primarias corresponden a los estados de Jalisco (10.6%), Veracruz (10.6%), Tabasco (6.1%), Chihuahua (5.6%) y Sinaloa (4.8%). Son estas las entidades federativas que más contribuyen a la producción de alimentos en el país.
La participación de las economías subnacionales en la producción nacional de alimentos la podemos observar también analizando los datos de la industria manufacturera de alimentos. La industria alimentaria representa el 4.1 por ciento del PIB nacional. En algunos estados el peso de producción secundaria de alimentos es todavía mayor, como en los casos de Durango que representa el 10.5 por ciento del PIBE, el 8.2 en Yucatán y el 6.8 por ciento en Guanajuato. En Sinaloa la industria de alimentos participa con el 5.6 por ciento del PIB estatal y ocupa el lugar 8 en el ranking nacional.
Los estados que más contribuyen a la producción manufacturera de alimentos son el estado de México (13.2%), Jalisco (10.7%), Nuevo León (8.0%), Guanajuato (7.6%) y Veracruz (5.9%). Sinaloa aporta el 2.9 por ciento y ocupa el lugar 14 en el país. De acuerdo con los Censos Económicos 2019, la mayor parte de las unidades económicas dedicadas a la producción manufacturera de alimentos se ubican en el estado de México (13.2%), Oaxaca (10.5%) y Puebla (8.8%).
Dado que los sectores agropecuario y agroindustrial también están considerados dentro de los que cuentan con mayor potencial de crecimiento debido al nearshoring, consideré relevante destacar que en los últimos 12 años se han presentado cambios importantes en el grupo de las primeras diez entidades con mayores participaciones de la industria alimentaria en sus respectivas estructuras productivas. Por ejemplo, Morelos y Michoacán salieron del grupo, pero entraron Veracruz y Sinaloa. Veracruz ocupaba el puesto 13 en 2010 y tiene el 7 en 2022. El reposicionamiento de Sinaloa es todavía más destacado, ya que pasó del puesto 18 (3.8%) en 2010, al 8 (5.6%) en 2022. Otro caso que llama la atención es el de Yucatán, que se mantuvo dentro de los primeros diez, pero pasó del noveno al segundo lugar.
En el periodo también se presentaron cambios, aunque de menor intensidad, en el grupo de entidades que mayores aportaciones hacen a la producción nacional manufacturera de alimentos. Salvo Durango que salió de las primeras diez posiciones, el resto de las entidades federativas se mantuvo en el grupo, aunque algunas cambiaron de posición. Ingresó Querétaro que avanzó y pasó del puesto 11 al 10. Aunque se mantuvo fuera del selecto grupo, señalo que Sinaloa avanzó dos posiciones y pasó del puesto 16 al 14.
Dado que un referente importante del nearshoring es el que refiere a la captación de IED, es conveniente mencionar que en lo que va del 2024, de las inversiones recibidas por las actividades primarias, Sinaloa ocupa la primera posición (11.8 millones de dólares), seguido por Jalisco (101.4 mdd) y Querétaro (25.5 mdd). Por otra parte, teniendo como destino la industria alimenticia, las regiones que más inversión extranjera directa han recibido en el mismo periodo han sido, la CDMX (583.7 mdd), Querétaro (107.3 mdd), estado de México (78.1 mdd), Nuevo León (31.1 mdd) y San Luis Potosí (17.2 mdd). En esta lista, Sinaloa (2.2 mdd) se ubica en el puesto 14.
Se sabe también que, durante el primer trimestre del 2024, las exportaciones del subsector Agricultura (componente de las actividades primarias) contribuyeron con el 3.9 por ciento de las exportaciones totales nacionales y los estados con mayor participación fueron: Michoacán (26.3 %), Sinaloa (20.8 %), Sonora (11.3 %), Jalisco (8.3 %), Baja California (8.1 %) y Guanajuato (5.3 %). Las seis entidades sumaron 80.2 por ciento.
En referencia específica a la agricultura y la ganadería, en 2023, en el primer caso, los estados con el mayor valor de la producción agrícola fueron Michoacán (115,748,816 miles de pesos/12.6% del total), Jalisco (112,334,574 mdp/12.2%) y Sinaloa (80,187,228 mdp/8.7%). Juntos representan poco más de un tercio de la producción agrícola nacional. Por lo que toca a la ganadería, las primeras posiciones corresponden a Jalisco (133,452,373 mdp/21.3%), Veracruz (57,328,471 mdp/9.2%) y Puebla (36,532,706 mdp/ 5.8%). Juntos aportan poco más del 36 por ciento del valor de la producción ganadera en el país. Sinaloa aporta el 3.0 por ciento y ocupa el lugar 14.
Podemos entonces reconocer que ya sea que nos refiramos a las actividades primarias o a la industria alimenticia como aquellas que soportan la producción de alimentos en el país, las entidades federativas que mayores aportaciones hacen son Jalisco, Michoacán, Sinaloa, Veracruz, Chihuahua, Guanajuato, Sonora y Nuevo León. Su contribución es muy importante al desarrollo del país tanto en términos internos como externos. La producción de alimentos tiene también un sentido estratégico en tanto está ligada al concepto de soberanía alimentaria.
Lo que observamos es que en algunas regiones la producción de alimentos no ha sido impedimento para que se desarrolle el sector secundario, es el caso de Jalisco, Chihuahua y Guanajuato. Pero en otras, como Sinaloa, aunque su condición de entidad productora de alimentos es algo que se ha utilizado como muestra de desarrollo eficiente de su vocación productiva, esta que es la mayor virtud de la economía sinaloense se ha convertido con el tiempo en el mayor obstáculo para el desarrollo económico de la entidad. Existe evidencia empírica suficiente para afirmar que la industrialización del estado es una asignatura pendiente en Sinaloa. Se entiende así que sin industria no será posible superar el bajo crecimiento que ha caracterizado a la economía sinaloense durante los últimos cuarenta años. Los datos de la última década muestran que Sinaloa crece por debajo del promedio nacional, que su sector primario ocupa un lugar prominente en la economía y que, por el contrario, su sector industrial apenas alcanza el 20 por ciento, cuando el promedio nacional es de 34 por ciento. Las actividades manufactureras sinaloenses representan si acaso la tercera parte del peso que estas tienen en las entidades más industrializadas.
Las nuevas políticas regionales de desarrollo, el nearshoring y las obras de infraestructura agrícola que recientemente se han habilitado en el sur de la entidad, pueden ser una nueva oportunidad para redefinir nuestras vocaciones productivas, seguir siendo uno de los productores de alimentos más importantes del país, pero al mismo tiempo equilibrar nuestra estructura productiva haciendo lo necesario para que las actividades manufactureras ganen terreno. La industria de alimentos en la que ya se tiene un espacio ganado, puede ser la vía.
Fuente: Revista Espejo