La cosecha de soya fue proyectada por el USDA en 428.9 millones de toneladas, ligeramente por debajo de lo esperado el mes pasado

• Los inventarios finales de la oleaginosa se ubicarían en 134.7 millones, muy cerca de las 134.4 millones estimadas por analistas.

• Las cifras para los productores sudamericanos para el ciclo 2024/25 se mantienen sin cambios, pese a que algunos especularon con la posibilidad de algún recorte por el arranque de ciclo más seco de lo esperado. Para Brasil sostuvo en 169 y 105 millones de toneladas  su estimado para la cosecha y las exportaciones, respectivamente. La producción argentina de soya se mantuvo en 51 millones de toneladas, por arriba de los 48 millones del año anterior.

• En Brasil, los pronósticos meteorológicos advierten que hasta mediados de octubre se regularizarían las lluvias sobre las principales zonas productoras de soya, por lo que hay posibilidades de que las demoras en las tareas de siembra se acentúen, sobre todo en el  centro-oeste, y en particular, en Mato Grosso, el principal estado productor.

• La Bolsa de Cereales de Buenos Aires proyectó un crecimiento del área destinada a la soya en Argentina de 17.3 a 19 millones de hectáreas y calculó la producción con un salto de 50.5 a 52 millones de toneladas. Antes, la Bolsa de Comercio de Rosario proyectó la  cosecha de la oleaginosa en 52.6 millones de toneladas. La Secretaría de Agricultura mostró la molienda de soya argentina de agosto en 3.23 millones de toneladas, un 26% por debajo de las 4.38 millones de julio.

• La proyección sobre las compras chinas fue sostenida por el USDA en 109 millones de toneladas, debajo de las 113 millones del ciclo anterior. Esto, en un contexto creciente de la oferta, no resulta una buena señal para el mercado. Según datos de la Administración  General de Aduanas de China, agosto marcó un nuevo récord para las importaciones chinas de soya, con 12.14 millones de toneladas, un volumen que superó en un 23.3% las 9.85 millones de toneladas de julio.

• La Comisión Europea propuso el retraso de la regulación relacionada con la prohibición a la importación de algunas materias primas (cacao, café, soya) proveniente de zonas que hayan sufrido desforestación, como un esfuerzo para combatir la deforestación a nivel  mundial. Los países productores y la industria presionaron intensamente para que la ley no salga en efecto como era planeado a partir del 30 de diciembre.