Reforma: Baja en granos autosuficiencia.
En el arranque de 2025, México empeoró en autosuficiencia de abasto de maíz, trigo y arroz, los granos más consumidos por la población, de acuerdo con datos de Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA).
La autosuficiencia nacional (la producción nacional respecto al consumo) de granos y oleaginosas fue en febrero de este año de 41.7 por ciento, una cifra menor que el 53.2 por ciento que se reportó al cierre de 2024.
En granos específicos, en maíz la autosuficiencia ha registrado descensos desde 2023, pues pasó de 58 por ciento en ese año a 49 por ciento en 2024.
Para este año, se prevé que la autosuficiencia de maíz sea de 46 por ciento, arrojan los datos de GCMA.
Incluso, el incremento de 5 por ciento que tuvo la producción del grano en el primer bimestre del año fue insuficiente para contener las importaciones, pues en ese mismo periodo se alcanzó una cifra récord de 4.1 millones de toneladas, expusieron los datos de la consultora.
Otro de los granos que tiene un nivel de autosuficiencia bajo es el trigo, que se emplea principalmente para elaborar pastas y pan, pues este año se calcula que la producción nacional caerá más de 55 por ciento anual.
De este grano, México reportó una autosuficiencia de 19 por ciento a febrero, es decir, 81 por ciento de la demanda se atiende con importaciones, expuso GCMA.
“El País mantiene una alta dependencia de las importaciones para satisfacer la demanda interna de granos y oleaginosas.
“A pesar de avances en producción en algunos cultivos, la menor autosuficiencia refleja desafíos estructurales como disponibilidad de agua, costos de producción y volatilidad en precios internacionales”, detalló la firma.
En medio de este contexto, el Gobierno mexicano alista el presupuesto de 2026, en medio de una política pública que no ha subsanado las deficiencias en el sector primario, consideró Juan Carlos Anaya, director general del GCMA.
Tan sólo a febrero pasado, el presupuesto asignado a la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural reporta una reducción de más de 70 por ciento, que equivalen a 21 mil millones de pesos, que pegan a programas como entrega de fertilizantes, Precios de Garantía y Producción para el Bienestar.
“Estos recortes ponen en riesgo la garantía de derechos sociales y el apoyo a sectores estratégicos como el agrícola, generando incertidumbre sobre la viabilidad de programas esenciales para el desarrollo del País”, acotó el especialista.