Felipe Alfonso Castillo Vázquez | 07 de diciembre de 2025
Las medidas adoptadas por el Gobierno para combatir el gusano barrenador han generado una sobrerregulación sin precedentes que ha afectando directamente a la cadena de suministro de carne en México y ha provocado desabasto regional del producto, acusó la Asociación Mexicana de Productores de Carne (AMEG).
Tras la declaratoria de emergencia nacional de sanidad animal, señaló en un comunicado, se han multiplicado los retenes federales y estatales para inspeccionar el ganado que se mueve de los estados del sur hacia los centros de engorda en el norte.
«(Hay) incrementos sustanciales en los tiempos de traslado de corral de acopio en origen a corral de engorda en destino, que han pasado de 20 horas a 32 horas. Esperas superiores a 18 horas en puntos de inspección para cumplir con los tiempos posteriores a la aplicación de antiparasitarios. Retenes estatales adicionales, que duplican inspecciones que ya se realizan en el ámbito federal», indicó.
Los productores de carne, sostuvo la AMEG, no se oponen a las revisiones ni a la medidas para combatir la plaga, aunque señalaron que existen medidas más eficientes, probadas ya, que entorpecer el traslado del ganado.
«La evidencia científica es clara y muestra que la erradicación del gusano barrenador sólo se logra con programas de mosca estéril, vigilancia epidemiológica y atención oportuna de casos. Más retenes, más trámites y más inspecciones no detienen la plaga«, señaló.
La multiplicación de retenes e inspecciones, consideró, crea escenarios que favorecen la plantación de larvas, ya que el gusano barrenador se transmite por moscas y afecta a cualquier animal de sangre caliente, no por el movimiento regulado de ganado sano.
«Además, la sobrerregulación está provocando desabasto regional, cuellos de botella logísticos y pérdida de competitividad, con impactos que ya se reflejan en los costos y en el precio de la carne para las familias mexicanas», sostuvo.
Doble desafío
La AMEG, que agrupa a 350 asociados de 14 entidades federativas del País, señaló que la cadena de carne bovina enfrenta un doble desafío: restricciones internas excesivas que frenan la movilización indispensable para el abasto nacional y la suspensión parcial de exportaciones a Estados Unidos, que ha generado pérdidas millonarias para el sector.
«Aunado a ello, preocupa que el presupuesto federal para 2026 en materia de sanidad e inocuidad presenta un recorte, a pesar de la emergencia declarada y de la necesidad urgente de fortalecer capacidades técnicas», indicó.
La Asociación pidió instalar una mesa permanente de trabajo entre Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (SENASICA), estados y productores para atender la emergencia con base en ciencia, proporcionalidad y bienestar animal.
Fuente: Plano Informativo