Debido a la apreciación del peso y a menores costos en dólares, importadores de granos básicos y cárnicos arreciaron sus compras en el primer cuatrimestre del año.
Un análisis realizado por Grupo REFORMA, con datos del Inegi y de Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA), revela que en granos básicos -como maíz, trigo, soya y otros- de enero a abril se importó un récord de 13.7 millones de toneladas, 10.5 por ciento más que hace un año.

Y aunque el valor en dólares subió 14.3 por ciento anual, en términos reales en pesos del primer cuatrimestre del año los comercializadores pagaron 3.2 por ciento menos que en el mismo periodo del 2022 y el precio por tonelada fue 12.4 por ciento más económico.

En maíz, los importadores trajeron 19 por ciento más toneladas a un precio promedio en dólares 12.7 por ciento superior al de hace un año, por lo que la factura total subió 34 por ciento.

Pero en pesos, el precio promedio por tonelada fue 4.6 por ciento menor y el valor total aumentó sólo 14 por ciento.

En cuanto a cárnicos, de enero a abril los importadores de pollo elevaron sus volúmenes en 19 por ciento anual y a un precio por tonelada en dólares 11.2 por ciento menor al de hace un año, con lo que la factura resultó 6 por ciento mayor respecto al mismo periodo del 2022.

Sin embargo, en pesos a los comercializadores esa cuenta les salió 10 por ciento más barata en términos reales y el precio por tonelada resultó 24.8 por ciento más económica que hace un año.

En res, la situación fue similar, los importadores compraron 15 por ciento más toneladas que hace un año por las que pagaron 19 por ciento más y 2.8 por ciento más por tonelada, pero en pesos el precio por tonelada fue 12.9 por ciento menor.

En contraste con la ventaja cambiaria que tuvieron los importadores, en abril el precio del pollo al consumidor promedió un alza anual de 6 por ciento a nivel nacional y la de res un incremento de 3.2 por ciento.

Francisco Chapa, integrante del Comité de Prácticas Societarias del Consejo Nacional Agropecuario, señaló que es innegable que la apreciación del peso favorece a los importadores y todavía más cuando los precios en dólares de los productos o insumos importados también están bajando.

“Por regla, la apreciación del peso beneficia al importador. Probablemente algunos productos importados o que fueron elaborados con insumos importados todavía no han bajado de precio porque quienes los comercializan o producen se quedaron con inventarios con precios en dólares altos y con tipo de cambio alto y es lo que todavía están sacando al mercado”, añadió.

Juan Carlos Anaya, director de GCMA, consideró necesario que la Profeco revise cada eslabón de la cadena de suministro de productos básicos con el objetivo de que los beneficios que tienen los importadores lleguen rápido al consumidor final.

Fuente: Mural