La Razón: Tras la borrachera, ahora la cruda presupuestal.
Mauricio Flores | 31 de marzo de 2025
No podría haber peor momento para ello, cuando la guerra arancelaria de Donald Trump toma cursos inciertos y el empresariado teme invertir tanto por la muerte del T-MEC como por la bizarra elección de juzgadores cuyo resultado tiende a la manipulación política oficialista: luego de un festivo gasto en 2024 con fin de aparentar plétora económica previo a las elecciones de junio, en este 2025 se vive el mayor ajuste de gasto en 25 años, según datos de la Secretaría de Hacienda analizado por el Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA), de Juan Carlos Anaya.
La revisión analítica muestra que tras el dispendio electoral, en los dos primeros meses de 2025 la actual administración recortó drásticamente el gasto de subsidios y transferencias. “A febrero de 2025, la reducción alcanzó 60.5% en comparación con el mismo periodo de 2024, lo que representa una disminución de 282.7 mil millones de pesos (mdp)”. Como recién argumentaron los líderes del PRI, Alejandro Moreno y Rubén Moreira, la recesión ya llegó con la reducción de presupuesto en áreas vitales de los compromisos que estableció Andrés Manuel López Obrador y que se prometió expandir este sexenio.
El sector más golpeado por el ajuste cayó en las dependencias encargadas de programas sociales y productivos: La Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, de Julio Berdegué enfrentó un recorte de 71.7% en su presupuesto, o sea 26.1 mil mdp a sus tres principales programas; es decir, fertilizantes, precios de garantía y Producción para el Bienestar. Considerando el tamaño de sequía que se avecina, se esperan resultados dramáticos sobre la seguridad alimentaria, en cosechas de trigo y maíz.
A le Secretaría del Bienestar, de Ariadna Montiel, su presupuesto cayó 62.8% (o sea 152.3 mil mdp) y así “afectando la entrega de pensiones para adultos mayores, personas con discapacidad y mujeres de más de 60 años”, apunta GCMA que también advierte del recorte en la SEP, encargada a Mario Delgado, con caída de 51.6% —unos 68.4 mil mdp— en afectación a programas de becas de enseñanza básica y media superior.
Y en Trabajo y Previsión Social, de Marath Bolaños cayó 75.1% su gasto, o 6.1 mil mdp en afectación a “Jóvenes Construyendo el Futuro”.
Se acabó la lana. Con razón Rogelio Ramírez de la O mejor dio las gracias.
AlquimiaPay, da la cara y paga. A diferencia de lo que ocurre con otros intermediarios financieros que ante situaciones de solvencia afectada optan por el silencio y “torear” a las personas afectadas, AlquimaPay, de Sergio Loredo Foyo, optó por hacer público su compromiso de pagar a todas las personas, usuarios e inversionistas que confiaron en la Fintech y fueron afectados por un ataque de phishing masivo: se trata de un plan estructurado a cuatro años, respaldado legalmente por el despacho Zinser Abogados en condiciones de reposición y operación que supera al seguro de protección a los ahorradores en el sistema bancario, ya que el IPAB puede legalmente extender los pagos a sus acreedores hasta por 30 años.
El primer paso, tras reconocer el daño e identificar el origen del ciberataque y los delitos cometidos, AlquimiaPay mantuvo la continuidad operativa con sus clientes y desarrolló Armoni360 la cual integra los más altos estándares de seguridad y prevención de fraude para asegurar la tranquilidad de sus cliente; y además de limpiar sus equipos informáticos, reestructurar su equipo humano y mantener constante comunicación con la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, también emprende acciones legales contra los responsables del “ciberataque interno”.
Como le comenté hace unas semanas, cuatro trabajadores domésticos fueron engatusados para armar un tonguito y “protestar contra Alquimia” a las puertas de la Condusef, pero sin entregar denuncia alguna. Pero más allá de esas operetas, lo relevante es que Loredo Foyo y AlquimiaPay —con sus aciertos y desafíos— optaron por el camino de la legalidad y la transparencia.
Traxion a la Unifin. Aquí le he dado detalles del megrafraude y de los ardides de Rodrigo Lebois Mateos, su hija y su medio hermano Jaques Leobois, para evadir a la justicia al “desaparecer” más 81 mil mdp tras años de aparentar solidez financiera… cuando se trataba de un esquema de operaciones cruzadas, inexistentes y a precios inflados.
Pues ahora, Traxión, de Aby Lijtszain y Bernardo Lijtszain Bimstein, parece seguir el mismo patrón: la empresa creció de manera agresiva con adquisiciones como Redpack, Medistik y Solistica, pero sus márgenes siguen deteriorándose.
No les bastó “echarse a la bolsa” al Tovarich Iván Olmos para extender los contratados de distribución de medicamentos de Birmex: Traxion registró en 2024 un margen operativo de 8.46%, muy por debajo del 22.63% del sector… y en 12 meses sus acciones cayeron más de 40% pese a los jugosos contratos en el sector público.
Con las “llantas bajas”, Traxión solicitó crédito sindicado por 10 mil mdp con 5 bancos, asegurando que fortalecerá su estructura financiera. Pero hay cejas alzadas entre los inversionistas sobre la conducción de la compañía, pues Bernardo y Aby, parecen enfocados en su otro negocio: Grupo Turbofin… una de esas financieras como la que empujó a Unifin hacia un crecimiento ficticio y de ahí al escándalo.
Fuente: La Razón