La Razón | Otra de Segalmex: ahora por 5,500 mdp
Mauricio Flores. 19 septiembre 2023.
Cuando las cosas van mal y no es creíble que vayan a empeorar, siempre es posible irse más al garete. En una muestra más de los beneficios que arroja el estándar oficial de colocar en puestos clave a funcionarios 90% leales y 10% capaces, ahora Seguridad Alimentaria Mexicana, a cargo de Leonel Cota Montaño, está por perder unos 5,522 millones de pesos por las compras “de apoyo” de un millón 850 mil toneladas de maíz blanco a un precio de 7,685 pesos la tonelada (incluyendo almacenamiento) que hoy no se pueden recolocar a ese precio, pues hay suficiente abasto nacional, un nivel histórico de importaciones y un precio en el mercado de 4,700 pesos la tonelada.
En ese desastre de mercado (con cargo al erario), Segalmex no va solo, va acompañado del Gobierno de Sinaloa, de Rubén Rocha, que también le entró a la compra de maíz para tratar de “compensar” a los agricultores de la entidad afectados por la reducción de los precios internacionales de referencia y del golpe de casi 20% proporcionado por el superpeso, orgullo presidencial por excelencia. Compraron a 6,885 pesos la tonelada y pagaron un promedio de 800 pesos por almacenarlo; o sea, se terminó pagando 7,685 pesos la tonelada de un grano que no se puede vender a un precio 63% más elevado que las cotizaciones de mercado, esto conforme a las atinadas estadísticas del Grupo Consultor de Mercados Agropecuarios, que dirige Juan Carlos Anaya.
Si se agrega la pérdida –cuando se realice la venta– de este esquema de “apoyos” a la boruca y transas de 15 mil millones de pesos en Segalmex en los tiempos de Ignacio Ovalle y cofradía, se habrán acumulado más de 20 mil millones de pesos que fueron a dar a otros bolsillos y no a los estómagos de los más pobres.
Vaya, es imposible negar que el origen de tal desbarajuste está en la decisión del Gobierno para desmontar el neoliberal modelo de “precios objetivo” y establecer su modelo de “precios de garantía”. Ahora, a pagar el resultado.
Y es que nuestros impuestos están trabajando.
Fuente: La Razón