Fortuna y Poder: Al final, México tendrá que importar maíz genéticamente modificado: GCMA.

Redacción Fortuna y Poder | 7 de enero de 2025

El gobierno mexicano se encuentra en proceso de analizar sus opciones para acatar el fallo del panel de solución de controversias, que reprobó su política para prohibir el maíz genéticamente modificado o transgénico en territorio nacional.

Sin embargo, no existen muchas alternativas para México en la medida en que la sequía y los cambios en las políticas económicas de apoyo al campo han provocado una disminución de la producción nacional de maíz.

Pese a que el gobierno mexicano impulsa la prohibición del maíz transgénico para proteger las especies nativas, probablemente el país tendrá que continuar con las importaciones del grano genéticamente modificado, al menos para usos animal e industrial, consideró Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCM), empresa de consultoría, a través del análisis “Fallo del panel y posible respuesta de México”.

El 20 de diciembre pasado se dio a conocer oficialmente el fallo del panel de solución de controversias del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) respecto al caso del maíz, que consideró violatorio de los capítulos del Tratado el decreto de 2023 del gobierno mexicano que prohíbe la importación, siembra y producción de maíz transgénico para consumo humano, y que también retira de manera gradual el grano transgénico para usos animal e industrial.

Al considerar el panel que México viola el T-MEC, nuestro país tendrá que desistirse de su política de protección al maíz y permitir la entrada y uso del grano genéticamente modificado, para consumo humano, animal e industrial.

Conforme a las reglas del Tratado, el gobierno mexicano tiene un lapso de 45 días para acatar la resolución del panel y en caso de no hacerlo, podrá hacerse acreedor a sanciones.

Por lo pronto, GCMA considera que las posibles respuestas de México a la resolución pueden ser las siguientes.

1 Eliminar los decretos del 31 de diciembre de 2020 y del 13 de febrero de 2023 y permitir la importación, producción y utilización del maíz genéticamente modificado para todo uso.

2 Negociar con Estados Unidos y Canadá sobre el comercio del maíz entre los tres países y establecer algunas restricciones.

3 Mantener prohibiciones específicas —por ejemplo para el maíz blando de consumo humano—, lo cual muy probablemente llevará a Estados Unidos y Canadá a imponer cuotas compensatorias o aranceles a México.

Si bien nuestro país es el séptimo productor mundial de maíz, también es verdad que existe una situación de menor producción del grano, ya que bajó de 27.2 millones de toneladas métricas en 2023 a 23.6 millones de toneladas en 2024 y se estima que en 2025 pueda bajar todavía más a 22.3 millones de toneladas.

En contraparte, México es el cuarto consumidor mundial de maíz, con 47 millones de toneladas anuales, 19 millones de las cuales se destinan para consumo humano (masa y tortilla principalmente).

Pero ante una producción decreciente, nuestro país ha tenido que importar más gano de los mercados internacionales, ya que en 2024 se estima un ingreso de 24 millones de toneladas métricas y para 2025, de 25 millones de toneladas.

Después de conocido el fallo, el gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo dijo que impulsará una reforma constitucional para prohibir la importación y siembra del maíz blanco genéticamente modificado o transgénico —como le llaman las autoridades mexicanas— y proteger la siembra de maíces nativos.

Si bien, el país tiene derecho a emitir las leyes que considere necesarias, GCMA advierte que esta retórica del gobierno mexicano puede generar mayores tensiones innecesarias con sus contrapartes de Estados Unidos y Canadá.

Ante la decreciente producción de maíz para consumo animal e industrial, principalmente, es altamente probable que nuestro país se vea en la necesidad de importar grano, inclusive genéticamente modificado, de ahí que se requiere de establecer políticas claras que den certidumbre a los actores económicos.

México enfrenta una decisión crítica entre negociar términos con Estados Unidos y Canadá o aceptar posibles represalias comerciales. Aunque el gobierno mantiene su postura ideológica sobre la biodiversidad y el respeto a las tradiciones, la realidad del mercado y las necesidades de consumo podrían obligar a una mayor apertura en la importación de maíz genéticamente modificado, al menos para usos industriales y pecuarios”, consideró GCMA.

Fuente: Fortuna y Poder