Redacción | 20 de octubre de 2025
Se concentra en apoyar a pequeños productores que no aportan la mayor parte del volumen de alimentos que consume el país.
El Programa de Precios de Garantía de este año prioriza un enfoque asistencialista al campo y en menor medida de impulso a la productividad de alimentos básicos, lo que no garantiza que se alcanzarán los objetivos de autosuficiencia alimentaria, consideró la empresa de consultoría Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA).
A unos días de que publicaron las “Reglas de Operación del Programa de Precios de Garantía a Productos Alimentarios Básicos para el ejercicio fiscal 2025”, se advierte que este programa carece de “una metodología técnica y transparente para definir los precios de garantía, establece límites de rendimiento que penalizan la productividad y prioriza la asistencia sobre la competitividad”, refirió la empresa de consultoría en un reporte.
En el caso del maíz, las reglas de operación del programa incorporan al maíz nativo o criollo pigmentado, como proyecto piloto, con el propósito de abrir un canal de comercialización a la agricultura tradicional de Tlaxcala, Puebla y Estado de México.
Asimismo, el programa apoyará a los productores de maíz de hasta 5 hectárea de temporal y riego, con un precio de 7,000 pesos por tonelada, para maíz blanco y amarillo, y de 8,000 para maíz nativo o criollo pigmentado.
Sin embargo, con esas reglas, se excluyen a los productores comerciales y de los estados con producción de maíz criollo y maíz híbrido.
GCMA hace ver que los productores comerciales sostienen el abasto nacional de maíz, ya que si bien representan 24% de las unidades de producción, aportan 72% de la producción nacional; no obstante, al no calificar al programa carecen de “un ingreso garantizado que permita la rentabilidad”.
En cambio, los pequeños productores —la población objetivo de los precios de garantía— representan 86% de las unidades productivas, pero solo generan 28% de la producción total de maíz, esto es una cantidad de 6.8 millones de toneladas, de lo que se desprenden 4.5 millones de toneladas de autoconsumo.
Por lo que respecta al frijol, el programa ofrece 27,000 pesos por tonelada, para agricultores con producción de 15 toneladas. Sin embargo, esta situación genera una competencia desleal, ya que los precios promedio en México son menores, ya que varían entre 10,000 y 14,000 pesos por tonelada.
“Esto representa una pérdida contra el mercado y provoca la no entrada de compradores por una competencia desleal”, consideró GCMA.
Además, en materia de leche de vaca, el Programa de Precios de Garantía establece un precio de 11.50 pesos por litro, que beneficia a productores de máximo 30 litros.
Sin embargo, “el precio de garantía para la leche se mantiene muy por arriba del precio de mercado, lo que distorsiona la operación de programa de abasto social”, consideró la empresa de consultoría.
Ante estas observaciones, GCMA hizo ver que México está lejos de cumplir sus objetivos de autosuficiencia alimentaria, ya que el programa de Precios de Garantía está enfocado en apoyar a los pequeños productores, quienes no son los que aportan el mayor volumen para el consumo nacional.
Hoy día, solo 49% de maíz que consumen los mexicanos proviene de la producción local, de manera que más de la mitad se tiene que abastecer con importaciones.
En este sentido, GCMA sugiere “reformular el Programa de Precios de Garantía, con criterios técnicos, productos y regionales diferenciados, así como separar la política de asistencia rural de los mecanismos de mercado y comercialización”.
Fuente: Fortuna y Poder