Expansion: Los latigazos económicos de la gripe aviar ya están aquí.

Jonathán Torres | 17 de febrero

El virus de influenza cuenta con tres grandes ‘clanes’: los tipos A, B y C; de estos, los dos primeros son los que cuentan con el mayor impacto epidemiológico, pero es la influenza Tipo A la que resulta más contagiosa en seres humanos y animales. Todos los virus de influenza tienen una facilidad para mutar muy alta, pero los tipo A son muy hábiles para estar brincando entre especies, de tal manera que la gran familia de la influenza tipo A cuenta, hasta el momento, con muchas variantes que tienen una predilección por contagiar a las aves o a algunos mamíferos, pero que también pueden transmitirse a los seres humanos y entre seres humanos. Por lo tanto, sus variantes son especialmente peligrosas por su capacidad para combinarse.

En la actualidad, la mayor inquietud se presenta por el comportamiento que han tenido en los últimos meses los virus tipo A H5N1, que usualmente afectaban aves y cada vez se han adaptado más para infectar a otros animales, incluidos mamíferos como las vacas lecheras. Aunque este tipo de virus generalmente afecta a las aves e impacta a la industria del pollo y el huevo, en caso de que una persona se contagie por estar en contacto con los animales enfermos o con sus secreciones en las granjas, la letalidad puede ser muy alta. Afortunadamente, el virus no ha logrado tener las mutaciones necesarias para tener una transmisión eficiente entre seres humanos, pero esto puede cambiar en cualquier momento.

En los últimos dos años, los virus A H5N1 se están propagando entre muchos tipos de especies: aves migratorias, mamíferos marinos, perros, gatos, coyotes, seres humanos. Ya está en las granjas, en los hatos lecheros, en los zoológicos, lo que ha provocado el sacrificio de millones de aves y animales, con sus correspondientes llamados de emergencia y afectaciones en la actividad económica.

En Estados Unidos, al cierre de la semana pasada, más de 12 mil aves silvestres fueron contagiadas por este virus; cerca de 157 millones de aves de corral, en 51 jurisdicciones, también se infectaron, provocando que el precio del huevo se dispare; casi mil rebaños de bovinos, ubicados en 16 estados, corrieron con la misma suerte. En lo que va del año, 66 personas han sido infectadas por la gripe aviar y se ha reportado la muerte de una persona de 68 años.

“En la temporada actual hay una gran circulación de virus de influenza, lo cual aumenta el riesgo de que se combinen entre ellos y se produzca un virus con alto potencial epidémico. Con la influenza también tenemos que pensar en la salud de los animales y la seguridad alimentaria, porque una epidemia de influenza con alta letalidad en animales, con un daño importante en las aves de postura, en las aves para carne, en las vacas lecheras y en el ganado porcino y vacuno, puede ser un riesgo para la producción de alimentos”, sostiene Mauricio Rodríguez, vocero del Programa Universitario de Riesgos Epidemiológicos de la UNAM.

Mientras las medidas de seguridad en Estados Unidos se basan en el sacrificio de toda la granja que registró el punto de contagio, aquí sí se recurre a una vacuna en pollos y gallinas. Avimex, la empresa que fabricó la vacuna ‘Patria’ contra el Covid-19, tiene muchísima experiencia en la producción de vacuna de influenza aviar. Al mismo tiempo, se mantiene la vigilancia para evitar que esta gripe se propague hacia otras especies animales y el monitoreo es permanente en granjas y rancherías.

Sin embargo, esta historia podría descomponerse tomando en cuenta dos elementos: la importancia que tiene el sector avícola en la vida diaria de las personas y en la actividad económica del país; así como la dependencia que México tiene en la importación de carne de pollo de Estados Unidos.

La gripe aviar podría ser devastadora para la economía mexicana. De acuerdo con el Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA), México es el cuarto productor mundial de huevo y se coloca como el consumidor per cápita #1 del mundo con 27 kilos al año; asimismo, durante la primera semana de febrero, los precios al consumidor registraron un alza de casi 20%, respecto al mismo periodo de 2024.

Al respecto, Juan Carlos Anaya, director general de GCMA, sostiene que los incrementos en el precio del huevo se están registrando, de inicio, en los estados del norte del país, motivados por el desabasto que ya empezó a provocar estragos en Estados Unidos. “Ya estamos observando en las fronteras a gente de Estados Unidos que está pasando a comprar huevo a México por el alto precio. Eso está pasando en Ciudad Juárez, Reynosa. Seguramente, el INEGI incluirá en sus reportes un incremento en los productos pecuarios, lo que va a impactar en la canasta básica”.

Bajo ese contexto, el experto sostiene que la especulación es inevitable. “Rápidamente, los especuladores, los intermediarios, empiezan a esconder el producto, ya estamos viendo cuotas de entrega a los consumidores y también incrementos en los precios al productor mexicano”.

Por otro lado, México no importa huevo de Estados Unidos, es autosuficiente, pero es el principal comprador de pollo de Estados Unidos y, frente a eso, también es necesario fortalecer la vigilancia sanitaria.

Por lo pronto, en la comunidad científica hay un debate sobre las mutaciones que le permiten al virus pasar de un animal a otro, contagiar diferentes especies y sus diferentes grados de virulencia. Por un lado, hay una corriente de pensamiento entre biólogos, evolucionistas y virólogos, que dice que estamos a una mutación de que esto se salga del control. Otra, en cambio, sostiene que los procesos de mutación son muchísimo más complejos. Lo cierto es que estamos ante una evolución acelerada de los virus de influenza que está provocando cosas que antes no estaba provocando.

Fuente: Expansion