Sin embargo, datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) indican que al cierre de agosto, último dato disponible, la canasta básica alimentaria estaba en dos mil 354 pesos en las ciudades del país y en mil 800 pesos en las zonas rurales, en promedio.

La canasta básica a la que se refiere el titular de Profeco está compuesta por 24 productos que conforman el Paquete contra la Inflación y la Carestía (Pacic), un programa promovido por el gobierno federal y la iniciativa privada para mitigar el impacto de la inflación tras la pandemia del Covid-19.

Se trata de los principales alimentos consumidos por los hogares, así como jabón de tocador y papel higiénico. En el caso del Coneval, divide la canasta básica en alimentaria y no alimentaria, además de zonas urbanas y rurales.

En el caso de la canasta básica que también incluye productos no alimentarios, como artículos de limpieza y cuidados personales, transporte, vivienda y vestimenta, el Coneval señala que aumentó más de 37 por ciento en las zonas rurales en lo que va del sexenio y más de 33 por ciento en las ciudades.

El Pacic, que es usado por la Profeco para determinar el precio de la canasta básica, fue firmado entre el gobierno federal y la iniciativa privada en mayo de 2022 con el objetivo de contener el alza de precios en los productos básicos, cuando la inflación estaba en niveles de alrededor de ocho por ciento, no visto en más de dos décadas.

El acuerdo se refrendó con Walmart y las empresas afiliadas a la Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales (ANTAD), que agrupa a más de 47 mil establecimientos, para mantener los precios de 24 productos alimentarios y de cuidado personal.

Datos del Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA) se contraponen con los de la Profeco, al indicar que el precio de los 24 productos que componen al Pacic estaba en mil 137.90 pesos al 13 de septiembre, cifra 12.5 por ciento mayor a lo registrado en mayo de 2022.

Juan Carlos Anaya, director del organismo, explicó que la diferencia radica en que Profeco sólo consulta los precios en los supermercados y tiendas de autoservicio afiliados a la ANTAD, lo que limita su universo. Expuso que el kilo de tortilla en estos establecimientos ronda los 15 o 17 pesos por kilo, pero representan apenas cinco por ciento de la venta de este alimento en el país, ya que la mayoría se adquiere en tortillerías donde el precio supera los 22 pesos y llega hasta los 30 pesos en algunos lugares.

“Muchas veces las frutas y hortalizas son más baratas en autoservicios porque las compran a mayoreo, pero la población suele adquirir estos proyectos en mercados, donde son más costosos”, dijo.

Dijo que Coneval da un dato más acertado sobre el costo de la canasta básica.