La apreciación del peso puso entre la espada y la pared a los exportadores de alimentos en México, pues además de recibir menos ingresos en moneda nacional que hace un año, también encaran elevados costos de producción.

Un análisis de Grupo REFORMA, con datos del Banxico y del Inegi, revela que en el primer trimestre del año la venta de carne de res al extranjero (uno de los principales productos exportados) medida en moneda nacional cayó 42 por ciento anual real en pesos del primer trimestre del 2023.

En el caso del aguacate la baja fue de 30 por ciento, en las berries de 21, en cerveza de 19 y en tequila de 10 por ciento.

Todos esos productos, junto con el tomate y los becerros, representan en conjunto casi el 50 por ciento de las exportaciones agroalimentarias del País y la caída de ingresos en pesos que la mayoría tuvo hizo que el saldo total de las agroexportaciones cerrara el primer trimestre con una baja de 10.2 por ciento anual, la más profunda para un periodo igual desde el 2010.

Con ese golpe, el superávit agroalimentari de México medido en pesos en términos reales finalizó los primeros tres meses del año con una caída de 37 por ciento anual.

Juan Carlos Anaya, director de Grupo Consultor de Mercados Agrícolas, advirtió que aunque en dólares las ventas al extranjero subieron, los exportadores están en una situación complicada porque quedaron atorados con altos costos de producción y financiamiento.

Refirió que algunas exportaciones que sufrieron bajas en volúmenes no mejoraron a pesar de que aumentaron sus precios, como fue el caso de las berries y la cerveza.

“La fuerte apreciación que trae el peso puso en problemas a los exportadores de alimentos porque la mayoría de ellos se quedó con costos de producción altos por los insumos como semillas, agroquímicos, mano de obra y en el caso de los productores de carne de res, aunque ya está bajando el grano, el precio de los becerros está alto por la fuerte demanda que hay”, detalló.

“La estructura de costos del sector agroalimentario es variada, pero en promedio está enfrentando costos de producción 30 por ciento mayores a los de hace un año y menores ingresos porque están recibiendo menos pesos”.

Luis Haro, director general del Consejo Nacional Agropecuario, destacó el fuerte dinamismo que sigue mostrando el sector agroexportador, pero también señaló el impacto que están teniendo las empresas por los altos costos en pesos que enfrentan en los insumos, en particular los energéticos y las tasas de interés.

Añadió que si bien a corto plazo no hay razones que se desplomen los precios internacionales de los alimentos, es recomendable que los exportadores analicen la conveniencia de tomar coberturas cambiaras ante la incertidumbre sobre la trayectoria que seguirá mostrando el dólar.

“No es que los exportadores estén en riesgo o que vayan a quebrar; sin embargo, la reflexión es que vean la manera de cómo cuidar más los costos, ser más eficientes y poder mantener esos costos a niveles competitivos”.