“Esta situación fue detectada por equipos sanitarios en un camión que ingresaba cabezas por Chiapas”, me explica Juan Carlos Anaya Castellanos, consejero de SuKarne y director de la agencia Grupo Consultor de Mercados Agrícolas.

Esta plaga deja al descubierto ‘otra plaga’ no menos peligrosa: el trasiego ilegal de carne desde mercados centroamericanos hacia México. “Se calculan unas 500 a 700 mil cabezas al año que llegan de manera ilegal al país, en camiones o hasta en lanchones”, agrega Anaya. La ilegalidad aleja a este ganado de los controles oficiales -sanitarios y de seguridad- lo que deja la puerta abierta al ingreso de plagas como la de este gusano que ya había sido erradicado del país en 1991.

Este mercado negro -que sirve para financiar operaciones de grupos del crimen organizado- no es menor si tenemos en cuenta que todos los estados mexicanos exportan en total unas 600 mil cabezas al semestre a Estados Unidos.

Esta situación, sin dudas, afecta a los productores nacionales pequeños y medianos que dependen nueve de cada diez dólares de sus exportaciones al vecino del norte. Se trata de unos 60 mil proveedores ganaderos en todo el país.

Por el momento -y se espera que durante unos 15 días más dure esta medida- no ha habido restricciones en la exportación de carne de res (el gusano ataca solo a tejidos vivos).

“La carne es el cuarto producto agropecuario más exportado por nuestro país después de la cerveza, el tequila y el aguacate”, afirma el consultor. Para ejemplo, SuKarne, la empresa de la familia Vizcarra que es el tercer mayor proveedor de carne vacuna a Estados Unidos, con ventas anuales de 80 mil toneladas (51 por ciento del total de su producción nacional). Esto suma unos mil mdd por año.

Y además del gusano barrenador, ¿qué opina este enorme productor de la posible imposición de los aranceles a los productos mexicanos que amenaza el futuro presidente Donald Trump?

“Es un error llegar a una guerra arancelaria, porque los tres países son el bloque mejor posicionado a nivel mundial en cuanto a seguridad alimentaria. El índice de autosuficiencia que hemos logrado de manera complementaria llega al 112 por ciento”, me explica Juan Carlos Anaya Castellanos. “Con los alimentos no se juega, porque de este lado somos el principal mercado para sus exportaciones de maíz. Nuestro país solo les compra el 40 por ciento de su producción”.