La cosecha de azúcar para el periodo 2022/2023 se estima en 5.2 millones de toneladas, lo que representa una caída de 15.53% en comparación con el ciclo anterior que alcanzó las 6.18 millones de toneladas.

La cosecha de azúcar para el periodo 2022/2023 se estima en 5.2 millones de toneladas, lo que representa una caída de 15.53% en comparación con el ciclo anterior que alcanzó las 6.18 millones de toneladas. Esto ha generado una baja en los inventarios disponibles para cubrir el mercado interno y los cupos de exportación.

Al respecto, Juan Carlos Anaya, director general de Grupo de Consultores de Mercados Agrícolas, comentó que el costo promedio ponderado del bulto de 50 kilogramos de azúcar en centrales de abasto, que hace un año se ubicaba en 1,000 pesos por bulto de 50 kilogramos, “ha experimentado un ascenso desmesurado, alcanzando hoy los 1,535 por bulto de 50 kilogramos, marcando un récord histórico y registrando un incremento anual de 53.5%”.

Dicho comportamiento ha causado preocupación en el país, y explicó que “los factores detrás de esta disminución incluyen el incremento en el precio de los fertilizantes – lo que desencadenó la no fertilización de todas las superficies al inicio de siembra-, condiciones climáticas adversas como sequía, y problemas en la gestión de cultivos y cañaverales”.

Lo anterior, ha generado un menor rendimiento de la caña de azúcar y, por ende, ha elevado a una escasez de azúcar en el mercado nacional y ha contribuido a un fuerte repunte en los precios.

Aunado a ello, el rendimiento de la caña disminuyó 23.2%, pasando de 68 toneladas por hectárea a 59 toneladas por hectárea del año anterior al actual.

Destacó que se han importado alrededor de 200,000 toneladas para tratar de regular el mercado; no obstante, “la situación actual no es sostenible, ya que dichas importaciones se han agotado y el mercado interno se enfrenta a una oferta limitada. Esto ha llevado a un alza constante en los precios del azúcar, lo que afecta no solo a los consumidores, sino también a las empresas que dependen de este insumo, como la industria alimentaria y de bebidas”.

Respecto a las exportaciones que se realizaron en la primera semana de septiembre, informó que ésta fue de 1.37 millones de toneladas en lo que va del año 2023. “De este acumulado, el 73% se envió a Estados Unidos el 25% a empresas IMMEX y el resto al mercado mundial.

Cabe mencionar que el comercio de este producto y su producto derivado fructosa está regulado entre México y Estados Unidos. El cupo de exportación de azúcar al vecino del norte depende del nivel de cosecha que se espere según el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés).

Fuente: El Economista