Rubén Romero | 16 de diciembre de 2025
El sector agropecuario de México crecerá en 2026, pero lo hará bajo una presión inédita debido a la incertidumbre por la revisión del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), aseguró el Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA).
De acuerdo con estimaciones, la producción y el valor del campo avanzarán pese a la incertidumbre por el tratado, el alza de costos y una política pública que dejó fuera a productores medianos y grandes.
El GCMA estima que el sector cerrará 2025, con una producción de 281.8 millones de toneladas y un valor económico de 1.90 billones de pesos. Para 2026, proyecta un crecimiento de 2.4 por ciento en volumen y de 2.8 por ciento en valor, con lo que alcanzaría 1.96 billones de pesos.
“El año 2026 se perfila como un periodo retador para el sector agropecuario mexicano, tanto por factores de mercado como por el entorno institucional y comercial. Uno de los principales elementos de incertidumbre será la revisión del T-MEC, con posibles implicaciones para cadenas altamente integradas como granos, oleaginosas y pecuario”, indicó el organismo.
La novedad no está en cuánto se produce, sino en dónde se genera el valor. El mayor crecimiento se concentrará en el sector pecuario, cuyo valor económico aumentaría 21.3 por ciento, impulsado por la demanda interna. En contraste, el avance en volumen será marginal.
Granos y oleaginosas también mostrarán un repunte relevante, con un crecimiento de 9.8 por ciento en volumen y 20.4 por ciento en valor, principalmente por el maíz.
Sin embargo, este subsector enfrenta los mayores riesgos: precios internacionales a la baja, costos elevados de fertilizantes y logística, y una menor cobertura de apoyos públicos.
El reporte advierte que la exclusión de productores medianos y grandes de programas gubernamentales coloca a estas cadenas en una zona de vulnerabilidad, justo cuando México requiere mayor autosuficiencia alimentaria rumbo a la revisión del T-MEC.
En el frente externo, el sector hortofrutícola perderá competitividad por la apreciación del tipo de cambio, mientras que la actividad pecuaria ya enfrenta restricciones por el gusano barrenador del ganado, que ha frenado exportaciones hacia Estados Unidos.
Para el GCMA, el reto de 2026 no es productivo, sino de política pública. Sin ajustes en apoyos, sanidad y comercio exterior, el crecimiento proyectado podría diluirse y trasladarse a mayores precios y menor certidumbre para el campo mexicano, aseguró.
