Fortuna y Poder: México debe pensarlo antes de poner cuotas compensatorias a la carne de cerdo de EU

Redacción | 15 de diciembre de 2025

La apertura de la investigación antidumping a las importaciones de pierna y espaldilla de cerdo provenientes de Estados Unidos deberá realizarse con especial cuidado, con el propósito de que las decisiones que deriven de esta investigación no generen desequilibrios en un mercado mexicano que en los últimos años se ha vuelto altamente dependiente de las importaciones.

Así lo consideró Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA) en un análisis sobre el inicio de un procedimiento de la Secretaría de Economía para determinar si la pierna y la espadilla de cerdo han ingresado al país a precios por debajo de su valor normal o con posibles subsidios, prácticas que pueden afectar a la producción porcícola nacional.

Según el aviso publicado hoy en el Diario Oficial de la Federación (DOF), la investigación analizará el comportamiento de las importaciones realizadas en 2024, así como su impacto en la producción nacional en el periodo entre 2022 y 2024.

El procedimiento también incluirá el análisis de producto de origen estadounidense que haya ingresado al mercado mexicano a través de terceros países, con el propósito de tener una evaluación integral del flujo comercial.

La razón detrás de esta investigación radica en que productores mexicanos han advertido que el aumento de importaciones a precios bajos de carne de cerdo ha ejercido presiones sobre los precios nacionales, lo que afecta la rentabilidad de la actividad y reduce la capacidad de realizar nuevas inversiones productivas. 

Esta preocupación ocurre en un contexto en el que México adquiere más de 80% de sus importaciones de carne de cerdo del mercado estadounidense, por lo que cualquier distorsión en los precios internacionales tiene repercusiones en el mercado interno, refiere GCMA en su análisis.

 

Posibles barreras al cerdo importado ¿buena idea?

Desde la óptica de compradores, procesadores y de la industria cárnica, las importaciones han sido fundamentales para asegurar el abasto suficiente y mantener precios asequibles al consumidor, especialmente en cortes de alto consumo como la pierna y la espaldilla.

No obstante, también han manifestado inquietud ante la posibilidad de que la aplicación de cuotas compensatorias sin un análisis completo de la cadena productiva, derive en incrementos de costos o afectaciones en el suministro, agregó GCMA.

La industria porcina de Estados Unidos ve en México uno de sus principales destinos de exportación, de ahí que productores y asociaciones del sector han expresado preocupación por la eventual imposición de nuevas barreras comerciales que puedan modificar los flujos regionales de comercio en América del Norte.

En este contexto, GCMA consideró que las investigaciones antidumping son herramientas legítimas cuando existen fundamentos técnicos sólidos, pero insistió en que su aplicación debe apegarse estrictamente a criterios técnicos, a la transparencia y a los compromisos comerciales asumidos por México, como el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).

 

Preservar las cadenas de suministro

GCMA destacó además que la elevada integración del comercio agroalimentario entre México y Estados Unidos hace indispensable privilegiar el diálogo y la certidumbre regulatoria, con el objeto de evitar distorsiones innecesarias y preservar el funcionamiento eficiente de las cadenas de suministro.

México ocupa el octavo lugar como productor mundial de carne de cerdo y el séptimo como exportador, pero es el principal importador a nivel global, lo que evidencia su alta dependencia externa para cubrir el consumo interno.

En contraste, Estados Unidos es el tercer productor y consumidor mundial, además de ser el mayor exportador del sector, con una clara orientación hacia el mercado mexicano.

La dependencia de importaciones en México ha mostrado una tendencia sostenida en los últimos años.

En 2022, el indicador de autosuficiencia alimentaria en carne de cerdo se ubicó en 57%, bajó a 56% en 2023 y a 55% en 2024, para situarse en 49% en 2025. Esta evolución revela una brecha creciente entre la producción nacional y el consumo, lo que incrementa la exposición del mercado mexicano ante variaciones de precios en el comercio internacional.

En cuanto a la estructura de las importaciones, la pierna de cerdo concentra el 61% del total de la carne de cerdo que México adquiere en el exterior, y de ese volumen, 86% tiene como origen Estados Unidos.

 
 
Fuente: Fortuna y Poder
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