Plácido Meléndez | 09 de diciembre de 2025
Un análisis del Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA) advierte que la tortilla y sus segmentos asociados (harina, nixtamal) no definen la estructura del mercado de maíz en México. El verdadero motor de la demanda y las presiones de precios es el sector pecuario (ganadería), debido a su elevada necesidad de maíz amarillo.
El estudio detalla que, a pesar de ser un tema socialmente sensible, el consumo humano directo y la industria harinera representan una proporción menor de la demanda total de maíz en México (47.78 millones de toneladas, según el balance 2025):
Sector Pecuario (Principal consumidor): 23.68 millones de toneladas (49.5% del total). Utiliza principalmente maíz amarillo.
Consumo Humano Directo (Tortilla, masa, pozole, etc.): 14.28 millones de toneladas (29.9% del total). Utiliza casi exclusivamente maíz blanco.
Industria Harinera (Minsa, Gruma, Harimasa): 3.37 millones de toneladas (7.1% del total). El corazón del mercado no está en la tortilla, sino en la ganadería, que utiliza el maíz amarillo como insumo clave para producir carne, huevo y leche. Por lo tanto, las presiones de precios provienen principalmente de este sector.
México presenta una marcada dualidad: es un productor dominante de maíz blanco (20.48 millones de toneladas), pero la producción de maíz amarillo es insuficiente (2.89 millones de toneladas).
La oferta total del país es cubierta en más de la mitad (51.1%) por importaciones bajo el T-MEC, siendo casi exclusivamente maíz amarillo, lo que refleja la insuficiencia estructural para satisfacer la demanda pecuaria y agroindustrial.
Juan Carlos Anaya Castellanos, director del GCMA, explicó que la verdadera presión del mercado se encuentra en la creciente demanda pecuaria y agroindustrial. La brecha seguirá ampliándose si no se impulsa la reconversión productiva y mejoras tecnológicas para incrementar la producción de maíz amarillo.
El estudio advierte que el verdadero desafío para México es disminuir la dependencia de importaciones y asegurar el abasto del maíz amarillo que sostiene la producción nacional de alimentos (carne, huevo, leche), y no limitarse a la discusión del precio de la tortilla.
Fuente: La Prensa
