Tadeo Campoy | 21 de octubre de 2025
La menor producción nacional y las condiciones climáticas desfavorables llevaron a que México casi cuadruplicara sus importaciones de maíz blanco durante los primeros nueve meses del año, grano clave para la elaboración de masa y tortillas.
De acuerdo con datos de la Agencia Nacional de Aduanas de México (ANAM) recopilados por el Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA), entre enero y septiembre México importó 822 mil toneladas de maíz blanco, cifra sin precedente y muy superior a las 210 mil toneladas registradas en el mismo periodo de 2024.
Históricamente autosuficiente en maíz blanco, México ha tenido que recurrir este año a importaciones principalmente de Estados Unidos y Sudáfrica para cubrir la demanda interna.
En total, las importaciones de maíz (blanco y amarillo) aumentaron 6.6%, al pasar de 18.2 millones de toneladas en los primeros nueve meses de 2024 a 19.4 millones de toneladas en 2025, un récord histórico para un periodo similar. El maíz amarillo, utilizado como alimento para animales y por la industria, proviene casi en su totalidad de Estados Unidos y es transgénico.
El GCMA prevé que al cierre del año las importaciones totales de maíz alcancen 24.7 millones de toneladas, un incremento de 4.7% respecto a 2024, con un valor estimado de 4,099 millones de dólares, 5.7% más que el año anterior.
En general, las importaciones de granos y oleaginosas crecieron 3.1% al cierre del tercer trimestre, con un total de 36.4 millones de toneladas.
Otras variaciones importantes registradas incluyen:
- Trigo: volumen estable, valor disminuyó 7.2% por menores precios internacionales.
- Sorgo: repunte histórico a 717 mil toneladas frente a 25 mil en 2024.
- Soya: descenso de 8.3% en volumen y 17.7% en valor.
- Arroz: caída de 5.7% en volumen y 25.3% en valor, debido a menor consumo interno.
- Frijol: la mayor baja del periodo, con 36.3% menos en volumen y 49.4% en valor, impactada por precios internacionales deprimidos.
Este aumento sin precedentes en las importaciones refleja la vulnerabilidad de la producción nacional ante cambios climáticos y el impacto directo en la seguridad alimentaria, especialmente en el suministro de maíz blanco, alimento básico para millones de mexicanos.
Fuente: El Imparcial