El Universal: México, con problemas para alcanzar la meta en producción de granos, advierten expertos; comprometería la seguridad alimentaria del país

Ivette Saldaña | 06 de agosto de 2025

México registra una serie de problemas en el balance de granos y oleaginosas que llevan a estos sectores a la tormenta perfecta, el trigo enfrenta la peor crisis; hay sequía, dependencia de las importaciones y bajos incentivos para sembrar algunos productos.

El país “enfrenta una tormenta estructural, no temporal. Sin apoyo real a los productores, el país compromete su capacidad de producir sus propios alimentos. La seguridad alimentaria no es un lujo: es una necesidad estratégica. Sin productores rentables, no hay grano, no hay campo, no hay nación”, dijo Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA).

Agregó que hay una menor producción que lleva a un incremento de importaciones; una caída de exportaciones y una reducción del porcentaje de autosuficiencia alimentaria.

Añadió que hay factores que preocupan como la caída de precios internacionales, alza de costos internos, falta de rentabilidad y de seguros, así como ausencia de políticas públicas integrales.

Por ejemplo, la producción total en el primer semestre del 2025 fue de 30.3 millones de toneladas, lo que significó una caída de 8.6% con respecto al 2024; las importaciones subieron 4.8% al sumar las 39.8 millones de toneladas.

Las exportaciones totales se desplomaron con un –60.1% al solamente venderse 210 mil toneladas. En tanto que la autosuficiencia alimentaria bajó de 46.9% a 43.3%.

En la producción de maíz hay una “producción limitada por sequía en Sinaloa. Importaciones récord y precios al productor con baja rentabilidad”, todo lo cual lleva a protestas de productores de Sinaloa e inconformidad por la baja rentabilidad.

El trigo vive “la peor crisis en 4 décadas” y hay una “drástica reducción en producción por escasez de agua. Sin exportaciones. Rentabilidad negativa en zonas del noroeste”.

Con respecto al sorgo, un estado productor, “Tamaulipas está golpeado por la sequía y las importaciones se disparan dos mil 600%”.

Hay una alta dependencia externa por la soya y del arroz, y la producción nacional se desplaza por la falta de rentabilidad, con el problema de que hay “poco incentivo” para sembrar por la política agrícola débil.

Solamente en el frijol hay una “producción en recuperación y el precio de garantía esta arriba del mercado”.

GCMA agregó que el campo mexicano atraviesa un complejo panorama definido por el incremento sostenido en los costos de producción, donde elementos esenciales como los fertilizantes, la energía y la logística mantienen precios altos, en una clara desconexión con la tendencia a la baja de los mercados internacionales.

No se cuenta con acceso a seguros climáticos y de precios, dejándo al campo expuesto a la volatilidad del mercado y del entorno. En consecuencia, el riesgo sobre los rendimientos se intensifica, impulsado tanto por los efectos climáticos adversos como por el progresivo deterioro de la infraestructura hídrica nacional.

Las repercusiones de esta falta de rentabilidad ya son visibles y graves. En estados productivos como Sinaloa y Tamaulipas, los agricultores han tomado las calles para exigir soluciones, generando una tensión que ha escalado hasta la detención de sus líderes.

De forma paralela, se observa un fenómeno preocupante: productores que abandonan la siembra por la falta de crédito y certidumbre, agravando así un problema estructural que amenaza la seguridad alimentaria.

Fuente: El Universal