Sociedad Noticias: México importa más maíz que nunca: GCMA

Deyanira Vázquez | 28 de julio de 2025

 

México redujo su nivel de autosuficiencia alimentaria a 48 por ciento durante el primer semestre del año. El país elevó considerablemente la importación de maíz, insumo esencial de la dieta nacional.

El Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA) alertó sobre este fenómeno que ha cobrado fuerza en los últimos 15 años. De enero a junio, el volumen combinado de maíz blanco y amarillo creció 163 por ciento.

Las importaciones pasaron de 4.63 millones de toneladas métricas en 2010 a 12.18 millones en 2025. El aumento sostenido respondió a factores económicos más que a decisiones culturales o nutricionales.
El director del GCMA, Juan Carlos Anaya, detalló que el crecimiento más significativo ocurrió en el maíz amarillo. Solo en 2024 se alcanzó un récord de 11.77 millones de toneladas.

Maíz amarillo domina mercado

Durante 2025, la importación de maíz amarillo bajó apenas 2 por ciento en comparación con 2024. Se adquirieron 11.59 millones de toneladas, lo que lo mantiene como el grano dominante.

Este tipo de maíz, aunque no se usa tradicionalmente en la alimentación directa, se ha vuelto indispensable. Su bajo costo frente al blanco lo posicionó como insumo en cereales, frituras y otros productos.

El maíz blanco, más relacionado con el consumo humano directo, tuvo un comportamiento distinto. Se importaron 0.59 millones de toneladas, apenas 2 por ciento más que en 2011. A pesar del leve aumento, este volumen es todavía 13 por ciento inferior al de 2012 y 8 por ciento menor al de 2016. Es decir, no ha logrado recuperar sus niveles históricos más altos.

Factores económicos influyentes

La consultora agrícola explicó que la diferencia de precios ha sido clave en este cambio estructural. El maíz amarillo cuesta cerca de mil pesos menos por tonelada en comparación con el blanco.

Esta disparidad de precios ha incentivado su incorporación en diversas industrias alimenticias del país. Sectores como el de botanas, cereales y productos procesados optaron por este insumo más económico.

Juan Carlos Anaya precisó que esta elección se basó en criterios de competitividad financiera. Aclaró que no necesariamente se tomaron en cuenta aspectos nutricionales o culturales. Señaló también que, por tercer año consecutivo, México ocupó el primer lugar mundial en importación de maíz.

Dependencia estructural creciente

La producción interna no ha crecido al mismo ritmo que el consumo nacional. Esta diferencia entre oferta y demanda refuerza la dependencia del país hacia proveedores externos.

Estados Unidos se consolidó como el principal proveedor de maíz para México, por su cercanía y costos. La relación comercial mantiene una base logística estable que garantiza el suministro.

Sin embargo, la creciente dependencia plantea escenarios de vulnerabilidad económica y geopolítica a futuro. La concentración del suministro en un solo país podría tener consecuencias estructurales. El GCMA advirtió que esta situación exige una nueva política pública agroalimentaria y productiva.

Revisión a la estrategia nacional

Juan Carlos Anaya indicó que el país necesita rediseñar su estrategia nacional de producción agrícola. La caída de la autosuficiencia, dijo, refleja una falta de planeación efectiva del campo mexicano.

Alertó que el uso intensivo de maíz amarillo en industrias antes destinadas al blanco modifica patrones alimentarios. Esta tendencia refleja un giro que podría afectar la calidad nutricional de ciertos productos.

Señaló que si no se revierte esta tendencia, México enfrentará mayores riesgos a mediano plazo. Entre ellos, el encarecimiento de productos básicos y menor capacidad de respuesta ante crisis externas.
Finalizó al subrayar que urge impulsar incentivos para reactivar la producción interna de maíz blanco.

 

Fuente: Sociedad Noticias