Reforma: Quedan alimentos endebles a tarifas.

Nallely Hernández | 8 de abril de 2025

Aunque el sector agroalimentario libró por ahora los aranceles que impuso Estados Unidos a las importaciones generales, la elevada concentración de las exportaciones mexicanas a ese país pondrían en riesgo a esta industria, reconoció Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA).

En conferencia de prensa, especialistas del organismo explicaron que si bien desde 1994, cuando se firmó el Tratado de Libre Comercio de Norteamérica (TLCAN) las exportaciones agroalimentarias han acumulado un crecimiento de mil 147 por ciento, pero casi 91 por ciento de estos envíos van a Estados Unidos.
Fernando Cruz, socio director del GCMA, dijo que alrededor de 85 por ciento de la producción nacional de cerveza y bovino se dirige a Estados Unidos, cifra que se eleva a 99.8 por ciento en el caso del tomate.”El problema que tenemos es que estamos muy concentrados (en Estados Unidos) y cuando se toman malas decisiones no es bueno, tenemos algunos efectos indeseados dentro de la economía”, acotó el especialista.

Juan Carlos Anaya, director general de la consultora, dijo que en tanto, el 25 por ciento de la producción de agroalimentos de Estados Unidos se canaliza a México, especialmente granos como maíz, trigo y frijol, además de carne de cerdo y pollo.
“Para Estados Unidos también somos importantes; sus exportaciones (totales) tienen un valor de 98 mil millones de dólares, y a México se importan 30 mil millones, sobre todo en maíz, trigo, sorgo.”México tiene un superávit comercial (con Estados Unidos) de 19 mil millones de dólares”, apuntó Anaya.De acuerdo con estimaciones del GCMA, en caso de un arancel de 25 por ciento a los productos agropecuarios provocaría una inflación en alimentos de los estadounidenses de 13.4 por ciento.En México los precios caerían cerca de 6 por ciento, pero al mismo tiempo la producción de alimento se contraería 12 por ciento, ante una menor rentabilidad.”Tener algún tema de aranceles entre México, Estados Unidos y Canadá es una relación perder-perder, es una guerra que no beneficia a nadie y que necesitamos trabajar de una manera articulada y una manera de una visión de futuro y que realmente genere una Norteamérica más fuerte en los temas comerciales agroalimentarios”, dijo Fernando Cruz.


Fuente: Reforma