El Reforma: Mucho ruido y poco maíz

Nallely Hernández | 7 de enero de 2025

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La expectativa es cerrar el año con un balance total de 23.8 millones de toneladas de maíz importado, de acuerdo con estimaciones de Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA).
La expectativa es cerrar el año con un balance total de 23.8 millones de toneladas de maíz importado, de acuerdo con estimaciones de Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA). Crédito: AP

Para México, el 2025 representará la oportunidad de cambios urgentes sobre la política en las importaciones de maíz genéticamente modificado, nuevas restricciones al consumo que se analizan desde el Senado y una producción cada vez menor, en línea con una mayor dependencia de importaciones.

Entre enero y noviembre de 2024, en el País se importaron 21.8 millones de toneladas de maíz, lo que representó un aumento de 20.5 por ciento, en comparación con lo registrado en el mismo periodo del año pasado.

La expectativa es cerrar el año con un balance total de 23.8 millones de toneladas de maíz importado, de acuerdo con estimaciones de Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA).

En el caso contrario, la producción nacional del grano más consumido apunta a una caída, generalizada en toda la producción agropecuaria del País, principalmente por el impacto de la sequía que prevaleció en casi todo 2024.
Para el maíz blanco, del cual se asegura la autosuficiencia nacional y abasto, se espera una producción de 20.6 millones de toneladas, lo que representa una reducción de 15.4 por ciento respecto al balance de 2023, según las expectativas presentadas por la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) en agosto pasado.

En 2025, las estimaciones no mejoran. Mientras que al cierre de 2024 se espera una producción total de 23.6 millones de toneladas, entre maíz blanco y amarillo, para este año la cifra llegaría a los 22.3 millones de toneladas, de acuerdo con GCMA.

“Faltan programas efectivos para incrementar la productividad. La seguridad alimentaria se verá reducida, de 50 por ciento en 2023 a 45 por ciento proyectado para 2025”, se previó en un análisis del Grupo.

En medio de este escenario, México obtuvo un fallo negativo sobre el panel presentado por Estados Unidos contras las políticas decretadas en 2020 y 2023 sobre la importación de maíz genéticamente modificado, lo que obliga a que más tardar a inicios de febrero próximo hacer modificaciones o asumir las consecuencias.

Al respecto, Juan Carlos Anaya, director general del GCMA, consideró que entre los posibles escenarios que tomen las autoridades mexicanas, se debe tomar en cuenta la dependencia nacional por las importaciones de maíz, especialmente procedentes de Estados Unidos.

“México enfrenta una decisión crítica entre negociar términos con Estados Unidos y Canadá o aceptar posibles represalias comerciales.

“Aunque el Gobierno mantiene su postura ideológica sobre la biodiversidad y el respeto a las tradiciones, la realidad del mercado y las necesidades de consumo podrían obligar a una mayor apertura en la importación de maíz OGM, al menos para usos industriales y pecuarios”, detalló el especialista.

Fuente: El Reforma