El Economista : Campo, ¿asistencialismo riesgoso?

Marco A. Mares . 11 enero 2024.

Está en el centro de la discusión pública, el presunto y notable aumento, a niveles récords, en la importación de granos y oleaginosas; en particular, de maíz, el grano de mayor consumo nacional.

Desde el sector privado, el Grupo Consultor de Mercados Agrícolas, que encabeza Juan Carlos Anaya, difundió que México importó cantidades récords de granos y oleaginosas, en los primeros 11 meses del año pasado; de enero a noviembre se compraron 37.4 millones de toneladas métricas (TM).

De la importación de granos y oleaginosas destaca el aumento en las importaciones de maíz. La importación de maíz blanco y amarillo aumentó en 2023 y será 12.9% mayor a lo registrado en 2022.

Para el 2024, por la menor producción, se tendrá un récord de importaciones de 21 millones de TM de maíz amarillo. La importación de maíz blanco se mantendrá, en espera del Panel entre México, EU y Canadá de los OGM.

La producción nacional de maíz estimada para 2023 será de 26.7 millones de TM, menor a la producción registrada al cierre del 2022, de 27 millones de TM, en 0.6 por ciento. La producción del sexenio se mantiene por debajo del récord en 2016 de 28.3 millones de TM. Antier, Víctor Suárez Carrera, subsecretario de Autosuficiencia Alimentaria, de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), ofreció una videoconferencia de prensa en la que desmintió que hayan aumentado las importaciones de maíz blanco; aseguró que este año no será necesario comprar el grano en el exterior “porque somos autosuficientes”, y anticipó que continuará la importación de maíz amarillo.

El funcionario dio cifras. Mencionó que las importaciones de maíz blanco, para consumo humano, han disminuido de 1.2 millones de toneladas en sexenios pasados, a una cifra de 300,000 toneladas, al cierre de 2023.

Suárez reconoció que la autosuficiencia alimentaria que prometió el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador ya no se alcanzó en esta administración, pero de continuar las mismas políticas de apoyo a los productores del campo, el país logrará el objetivo dentro de los siguientes dos periodos sexenales.

En términos generales, Suárez defendió las políticas gubernamentales que buscan contribuir a la autosuficiencia alimentaria e informó que entre los años 2019 y 2023 el programa Producción para el Bienestar habrá ejercido 81,493.9 millones de pesos en apoyo a los productores de pequeña y mediana escala, que de acuerdo con el padrón oficial asciende a 2 millones de productores, que reciben de manera directa los recursos.

En la discusión pública en torno al presunto aumento a niveles récord de las importaciones de granos y oleaginosas en general y de maíz en particular, subyace un tema central: ¿el modelo agropecuario lopezobradorista que busca enfocarse en los productores de menores ingresos, está dando resultados o no?

Para el GCMA, es evidente que no. Las cifras que muestran el aumento en las importaciones lo ratifican.Los programas de Bienestar, fertilizantes y precio de garantía no están incidiendo en aumentar la producción. No son productivos, son asistenciales. Las importaciones de maíz blanco y amarillo, crecieron en 2023 y serán récord en 2024.

Por cuanto al maíz amarillo –apunta– efectivamente sigue creciendo la importación por la menor oferta nacional de maíz blanco excedente y amarillo. La importación de maíz blanco efectivamente disminuyó de 515,000 a 313,000 toneladas métricas (TM). Las cifras indican que el Índice de Autosuficiencia Alimentaria de maíz del 61% sigue disminuyendo y aumentando la dependencia, aunque seamos autosuficientes en maíz blanco.

El GCMA explica que esto se debe a que la política productiva no existe, al eliminar los programas de fomento productivo, financiamiento, seguros, de comercialización.

Lo que está claro es que el gobierno lopezobradorista eliminó la red que existía para toda la producción comercial por ingreso objetivo, coberturas de precio y la agricultura por contrato, que otorgaba certidumbre a la comercialización.

El sexenio está en su parte final y los equipos de análisis de los distintos candidatos a la Presidencia de la República, tendrán que profundizar en el análisis del sector agropecuario para tomar las mejores decisiones en beneficio de México, sin tintes ideológicos y con objetivos pragmáticos. Al tiempo.

Fuente: El Economista