Además, la crisis ha generado 370 mil personas desempleadas y se espera que dicho número incremente. El efecto del desempleo será que las personas disminuirán el consumo de cierto tipo de alimentos o lo compensarán con sustitutos de menor precio (por ejemplo, consumir más proteínas vegetales sobre cárnicos). La mejor política anticíclica que el Gobierno Federal podría implementar, sugieren los especialistas de GCMA, es un ingreso mínimo para las personas vulnerables o que se quedan sin empleo, con lo que se garantizaría que la canasta básica sea asequible para los hogares. ¿Pues no que con adelantar la entrega de recursos de todos los programas sociales se va a reactivar el consumo? Preguntan por su parte los bisoños.

El Heraldo 

29 de Abril de 2020